La vida pasa

La vida pasa, lo sé y en eso no soy nada, pero nadita, original.

Cada día tenemos la oportunidad de escribir algo en el gran libro de la vida. Podemos hacer lo que queramos en esa página, en la página única del hoy. Desde un triste o humilde garabato a la novela nunca antes escrita. Podemos poner una mancha del color que más arrechera nos dé o pintar el cuadro más hermoso creado por el hombre. Somos libres, tan sólo somos nosotros los que decidimos que poner o quitar.
También tenemos la potestad de arrancar esa página, hacer un montoncito de papel y olvidarnos de “ese” día.
Hoy he querido escribir sobre este tema, pero no sabía cómo poner en palabras lo que la vida me regala, las experiencias que vivo. Lo maravilloso que ha sido compartir con tanta gente maravillosa. Todo lo aprendido, todo lo hermoso que es mirarse en otros ojos y aprender de ellos – Mil gracias sean dadas, por toda la eternidad.
Debe ser la edad que me hace ver las cosas desde otro punto de vista, también debe ser que lo cursi se me hace pastoso y presente.
La vida hay que tomarla toda, pero no hay que atragantarse, hay que tomarla con mesura.
Ella también nos golpea, cuando menos lo esperamos, y para eso debemos estar preparados también.
Creo que a estas alturas de mi vida lo he aprendido, me estoy preparando a las despedidas. Ya es hora de que objetivamente, y sin pasiones tontas, aceptar que existen personas que se irán de mi fiesta cuando menos me lo espero.

Personas que tendrán el mal gusto de marcharse antés.
La vida nos entrega, sin preguntarnos ni consultarnos, esas cosas que debes aceptar sin protesta posible.

Mil gracias!!!!