sábado, 27 de noviembre de 2010

Aplaudiendo a los hombres que se comportan con caballerosidad!

La palabra Caballero viene de cabalgador, o de un jinete a caballo. El nombre proviene del Latín Caballarius, que en francés se pronuncia Chevalerie.
Este es un concepto que nació con el compromiso de guerreros montados a caballo quienes honraban y escoltaban a los Reyes o Señores Feudales a cambio de dinero, parcelas o bien como una forma de devolverle algún favor recibido.
Asi también caballero era un titulo recibido por un hombre de linaje noble que se destacaba por sus buenas acciones. Después del siglo XV, la designación de caballero fue otorgada a civiles como recompensa a sus actos a favor de la comunidad, ya que además de proteger al Rey o al señor feudal, también debían hacerlo con los débiles e indefensos, por ser más susceptibles al peligro.
Para la iglesia la Caballerosidad se reflejaba en un hombre valiente y leal pero también humilde y misericordioso, dispuesto al sacrificio además de cortés. Entre algunas de las virtudes que debía tener para ser considerado como tal era: Defender a la iglesia, amar a su país, nunca retroceder ante el enemigo, llevar a cabo escrupulosamente todas las tareas feudales, siempre que no fueran contrarias a las leyes de Dios, nunca mentir y mantenerse leal a las promesas de palabra, mostrarse generoso y dadivoso hacia a todos, defender los derechos y la buena voluntad contra la injusticia y la maldad.
En un principio por cuestiones de orden y honor era que se le calificaba a un hombre como caballero, pero luego se tomo también en cuenta su buen comportamiento en el ámbito social y ciertos detalles que tenia con las damas.
Años atrás el que un hombre cediera su chaqueta o abrigo a la mujer, era señal de que se estaba ante un caballero y qué decir del acto de suprema galantería que sir Walter Raleigh tuvo al lanzar su capa a los pies de la reina Isabel I de Inglaterra para evitar que pisara un charco de barro que se encontraba en su camino.
Otras costumbres de caballerosidad que se practicaban en los tiempos pasados era cuando los hombres hacían una reverencia moviendo sus sombrero de arriba hacia abajo al saludar a una señorita.
Durante un baile y al haberle concedido una pieza, un acto de caballerosidad era llevar a la dama a su lugar despidiéndose de ella con un beso en el dorso de la mano como señal de agradecimiento.
Cederle a la dama el lado interior de una calle al caminar a su lado, era también un gesto de galantería en los tiempos de los carruajes, ya que las damas podían ser salpicadas por el agua de los charcos pisada por los caballos o las ruedas de los carros, aunque también se cree que era para evitar que ella fuera salpicada por cualquier cosa que la gente arrojara por sus ventanas.
Muchas mujeres nos preguntamos ¿Dónde quedo la caballerosidad de hombres? ¿se extinguieron como los dinosaurios? ¿el viento se los ha llevado?, ya que en estos años no encuentras a hombres que tengan como valor principal el de ser “caballeros”.
Hoy en día la cosa ha cambiado considerablemente, las mujeres hacemos las cosas a nuestra manera, para probar al mundo que somos independientes y que somos capaces de cuidarlo todo, y si bien es cierto cada vez hay menos hombres con sentido de caballerosidad, mucho se ha debido a que nosotras ya no lo exigemos y lo evitamos. Ya la etapa en que las mujeres nos sentíamos protegidas por los hombres a quedado en tiempos antiguos, ahora se lucha contra el machismo y hemos obtenido una igualdad de géneros, pero creo que los hombres no entendieron ese significado, la evolución de la mujer al competir en algunas actividades con los hombres, ha hecho que la cortesía de los hombres desaparezca por completo. No quiero generalizar ya que conozco a muchos amigos que aún tienen esos valores de amabilidad, cortesía y caballerosidad ante una dama, pero existen otros que siempre le tienes que hacer recordar algunos tips sobre la caballerosidad y hay otros que son unos patanes en potencia.
El mostrarse caballeroso es parte de la forma de ser de un hombre educado y respetuoso, no cree que ceder el asiento a una mujer joven o mayor en el autobús sea una obligación, es más bien una forma natural de actuar.
La caballerosidad bien entendida está al margen del tiempo. No sólo “en la mesa y en el juego se conoce al caballero”, sino en lo más esencial, el respeto por los demás y el dominio de los propios actos.
La caballerosidad no es cuestión de cultura, sino de educación. Hay hombres muy cultos que no serán, ni han sido nunca, caballeros, porque carecen de educación. Hay hombres sin una gran cultura, pero educados, lo que les permite ser caballeros.
Un verdadero caballero si va a comer con alguien, nunca comienza primero, siempre procura esperar a su acompañante y si llegan juntos él no se sienta hasta que se siente primero con quien se encuentre.
Tanto en una reunión de negocios como informal, si esta con una mujer le acerca el asiento.
Cede el paso en un cruce no importa si es una mujer u hombre.
Cede el asiento en el trasporte público a la señora o una persona mayor.
Le ayuda a una mujer cuando va muy cargada.
Si se encuentra en un acto social pregunta a quienes están con él si les trae algo.
Si va a pasar por una puerta, cede el paso a quienes están a su lado y luego pasa él.
Aunque la mujer que pasó de lado es muy atractiva, jamás se queda mirándola fijamente y sobre todo cuando va acompañado de otra mujer.
Le abre la puerta del carro.
Le cede su chaqueta en caso de que ella tenga frío.
Ofrece su brazo para que se apoye en él.
Dicen que hoy ya no quedan caballeros, pero eso depende de lo que cada quien espere y como se muestre ante los demás, si se cree que ya no hay de ese tipo de hombre tal vez tenga que ver un poco con el lugar en que las mujeres los hemos puesto.
Las actuales ideas feministas han llevado a que algunas mujeres rechacemos la caballerosidad por considerar que está fundamentada en el machismo, porque las hace ver como débiles e inútiles. Este comportamiento sin embargo es cuestión de educación, tanto de hombres como de mujeres. Y es tan bien recibida la imagen de un hombre cuando se comporta como todo un caballero como la de una mujer que se permite beneficiarse de sus detalles.
A todos mis amigos que siempre se comportan con caballerosidad va mi sonoro aplauso!!!!!

lunes, 26 de julio de 2010

HE APRENDIDO...

He aprendido...
Que la amistad verdadera continua creciendo, aún más allá de la distancia. Lo mismo pasa con el amor.
He aprendido...
Que puedes hacer algo en un instante que te causará dolor de por vida.
He aprendido...
Que me está tomando mucho tiempo llegar a ser la persona que quiero ser.
He aprendido...
Que siempre debes dejar con palabras de amor a las personas que quieres. Puede ser la última vez que las veas.
He aprendido...
Que puedes seguir adelante mucho después de que no puedas.
He aprendido...
Que somos responsables por lo que hacemos, no importa cómo nos sintamos.
He aprendido...
Que si no controlas tu actitud, ella te controlará a ti.
He aprendido...
Que sin importar que tan excitante es una relación al principio, la pasión desvanece y más vale que haya otra cosa que tome su lugar.
He aprendido...
Que los héroes son las personas que hacen lo que se tiene que hacer, cuando se necesita hacerlo y sin importar las consecuencias.
He aprendido...
Que el dinero es una pésima forma de mantener el marcador.
He aprendido...
Que mis mejores amigas y yo podemos hacer cualquier cosa, o no hacer nada, y pasar el mejor tiempo.
He aprendido...
Que a veces las personas que esperas que te pateen cuando estás derrotado, son las que te ayudarán a levantarte.
He aprendido...
Que a veces, cuando estoy molesta, y aunque tenga derecho para estarlo, eso no me da el derecho de ser cruel.
He aprendido...
Que por el hecho de que una persona no te quiera como tú quisieras que lo hiciera, no significa que no te quiera con todo lo que tiene.
He aprendido...
Que la madurez tiene más que ver con las experiencias que has tenido y lo que has aprendido de ellas, que con el número de cumpleaños que has celebrado.
He aprendido...
Que no siempre es suficiente ser perdonado por los demás. A veces tienes que aprender a perdonarte a ti mismo.
He aprendido...
Que no importa qué tanto está roto tu corazón, el mundo no se detiene por tu pena.
He aprendido...
Que nuestro pasado y nuestras circunstancias pueden haber influenciado en quiénes somos, pero somos responsables por quién llegamos a ser.
He aprendido...
Que el hecho de que dos personas discutan no significa que no se quieran el uno al otro. Y el hecho de que no discutan, no significa que sí se quieran.
He aprendido...
Que no debes insistir tanto en encontrar un secreto. Podría cambiar tu vida para siempre.
He aprendido...
Que dos personas pueden ver exactamente la misma cosa, y ver algo totalmente diferente.
He aprendido...
Que tu vida puede ser cambiada en cuestión de horas por personas que ni siquiera te conocen.
He aprendido...
Que aún cuando piensas que no tienes más que dar, cuando un amigo llora, encontrarás la fuerza para ayudarlo.
He aprendido...
Que las credenciales en la pared no te hacen una persona decente.
He aprendido...
Que las personas por las que más te preocupas en la vida se van demasiado pronto.
He aprendido...
Que las lágrimas no pueden hacer que alguien que ha muerto vuelva a vivir. También he aprendido otra cosa sobre las lágrimas; con ellas no puedes hacer que alguien que ya no te quiere vuelva a quererte
Y sigo aprendiendo!

"La vida es aprendizaje, cuando dejes de aprender, mueres".

Tom Clancy