lunes, 10 de noviembre de 2008

Conciencia y respeto.

Se dice que los Venezolanos nos ayudamos entre nosotros en momentos de mayor necesidad por solidaridad. Pero al mismo tiempo, muchos otros parecieran vivir bajo el lema “tus derechos empiezan donde terminan los míos”.
Particularmente me doy cuenta de que cada vez valoro más la buena educación, la amabilidad, la cortesía y la consideración elemental. A lo mejor es una de esas cosas que surgen con los años. Pienso que no hay nada más grato que una dosis de buenas maneras, de consideración con los demás.Como dice el refrán "Lo cortés no quita lo valiente"
Creo que lamentablemente hemos perdido esos atributos.
Hoy al salir de la oficina camino a mi casa, me encontré con un torrencial palo de agua. Para mi desgracia no tenia paraguas y me tocó caminar hasta la parada de camionetas en Plaza Venezuela. En momentos como estos me digo……Diossssss tengo que perder el miedo y tomar mi avispón de una vez por todas (No manejo sincrónico aun)!!!!
Pues llegue al sitio y había alrededor de 15 personas, estuvimos esperando casi media hora que llegara la camionetica, hasta que a lo lejos la divisamos. Todos se agolparon en la puerta para poder lograr un asiento libre.
Pensé……Los afortunados irán sentados, los otros, ni modo, de pie y apiñados en el pasillo…..como sardinas en lata!!!
Debo aclarar que era hora pico y la cola no era normal.
Me subí y logre sentarme, inmediatamente me puse mis audífonos para evitar escuchar el odioso reggaeton que el chofer tenia de fondo y a todo volumen.
La altura de la Universidad Central, se subieron 3 ancianos (2 señoras y 1 señor), acto seguido la chica que iba a mi lado y yo nos levantamos para ofrecerles los asientos a las 2 ancianas.
Vi con asombro como las personas dirigían la mirada a la ventana, se hacían los dormidos o los distraídos cuando notaron que el anciano quedo de pie.
Que vergüenza!!!!
Que triste es ver como la cortesía del Venezolano desapareció, que falta de educación se respira en sus calles...algunos se aplastan en las sillas como si el resto del mundo no existiera.
Como es posible que haya que recordarles que ceder el puesto a un anciano, una mujer embarazada o un niño no debería siquiera generar la menor duda.
La cortesía surge de una entrega auténtica y de ceder voluntariamente al otro parte de nuestro placer y quizá de nuestra comodidad... De poco nos servirá ser las personas más cultas y correctas si estas cualidades no nos proporcionan la sensación de bienestar y paz que obtenemos al dar un poco de nosotros mismos
Un poco de civismo y conciencia, por favor!!!!

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