En mi caso lo siento como "algo maligno" que hace acto de presencia. Me ha ocurrido incluso con los ojos abiertos, comienza con un zumbido agudo en mis oídos, una vibración desagradable que se apodera de mí, me deja absolutamente inmovilizada, empiezo a tener alucinaciones tanto visuales como auditivas, sensaciones corporales de hundimiento, de peso, siento que me asfixio y me cuesta respirar.Quiero gritar, pero no puedo hablar siquiera, ni mover un músculo, pese a mis esfuerzos por intentar escapar de ese trance. El pánico se apodera totalmente de mi. Estoy conciente de lo que experimento y eso es precisamente lo que lo distingue de una simple pesadilla, lo que lo hace más desagradable. Lo cierto es que en noches como esas, me encuentro como en un laberinto. Entro a un espacio en apariencia desordenado, tengo la conciencia de estar habitando ese espacio, pero no tengo las herramientas para poder establecer mi norte o sur. Es como un tiempo lineal, basado en el pasado, presente y futuro.
Mi conciencia se acelera creando un universo poblado de personajes, lugares y criaturas que parecen sólidos, independientes y reales pero que no son lógicos.
Desde hace tiempo acabé descubriendo que esa presencia "maligna" así como aparece, también desaparece. El trance dura unos pocos minutos y hasta menos, si trato de no entrar en pánico. Pues bien, ha sido hasta ahora cuando me ha dado por investigar el fenómeno y resulta que está descrito y hay múltiples experiencias similares en la red: Hipnogogia o etapa hipnogógica del sueño, parálisis del sueño, etc. Muchos nombres para una experiencia peculiar y con variantes pintorescas, incluso hay quien incluye el viaje astral en esta fase.
La explicación del fenómeno no es más que un desfase entre el estado de vigilia y el estado de sueño paradójico (REM). Mientras conservamos el estado de conciencia durante la vigilia, el cerebro se ha dispuesto a entrar en fase de sueño profundo, paradójico, REM (Rapid eyes movement) o MOR (Movimiento rápido ocular), segregando serotonina para relajar toda la musculatura, bloqueándola en esa fase para evitar daños físicos derivados de la intensa actividad cerebral. Eso hace que seamos conscientes a la vez que tenemos el cuerpo bloqueado. Si le añadimos la dopamina que llega al cerebro en esa fase, tendremos además alucinaciones de todo tipo: visuales, olfativas, auditivas, táctiles... En definitiva, tenemos una bomba alucinógena en un cuerpo consciente y bloqueado.
Me da por pensar que es a partir de este fenómeno habitual y justo a la hora de irse a la cama, "la hora de las brujas", de donde parten muchos mitos y leyendas de visiones de fantasmas, voces de ultratumba, posesiones, duendes, demonios, ángeles, extraterrestres... Desde la más remota noche de los tiempos hasta nuestros días, fascinantes e increíbles historias han recorrido la faz de la Tierra para alojarse en todas las culturas, épocas y creencias, deleitando a soñadores, románticos y poetas e inquietando a escritores, cronistas, historiadores, folkloristas y, actualmente, a los investigadores de lo paranormal.
Un alto porcentaje de estas experiencias han tenido lugar mientras el asombrado observador se hallaba en su lecho de descanso, casi a punto de dormirse o segundos después de despertar.
"El sueño revela la realidad.Este es el horror de la vida, lo terrorífico del arte."
FRANZ KAFKA
Gracias por leerme!!!!
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